Este fin de semana, decidí hacer algo diferente mientras manejaba a un lugar al que iba a pasar un par de días. Generalmente cuando manejo escucho música o algún podcast, pero esta vez decidí escuchar un audiolibro. Entre ida y vuelta tendría unas 10 horas de manejo por lo que me iba a dar tiempo de sobra para escuchar el audiolibro elegido: El Monje que vendió su Ferrari de Robin Sharma.
Este es un libro que hace mucho tiempo tenía en mi lista para leer o escuchar y finalmente llegó el momento de hacerlo. Casi la totalidad de las frases del libro entregan un mensaje profundo y valioso para ser aplicado en la vida y vivir, como lo dicen en el libro, una vida esclarecida. Las enseñanzas entregadas en este son tan valiosas que he decidido escribir un artículo sobre ellas.
El autor mediante la historia que cuenta en el libro enseña acerca de 7 virtudes imperecederas para vivir una vida esclarecida. Es decir, virtudes que una vez formadas en hábitos duran para siempre y que nos ayudarán a vivir una vida clara, con propósito y libre de negatividad.
En las siguientes líneas explico con mis palabras cada una de estas virtudes.
1. Dominar la mente: Las creencias que sostenemos en nuestra mente son lo que definen como es nuestra realidad. 95% de nuestra mente es subconsciente y en esta parte de la mente se encuentran alojadas todas nuestras creencias establecidas desde nuestra niñez y adolescencia (a menos que hayamos pasado por algún proceso para cambiarlas). Este subconsciente determina el 95% de nuestras acciones en todas nuestras áreas de la vida. Por lo tanto, saber qué es lo que hay ahí dentro es fundamental. Entender qué creencias nos son útiles para seguir reforzándolas y cuáles no lo son para cambiarlas es EL PROCESO para mejorar cualquier aspecto de nuestra vida. Si dominas tu mente, dominas tu vida (ojo que para dominar la mente debes dominar tu cuerpo, ya que este funciona como un apoyo para la mente).
2. Seguir el propósito: Cada uno de nosotros tiene un propósito en esta vida. Quizás esto te suene demasiado esotérico (o quizás no), sin embargo, debo decirte que ser capaces de conectar con ese propósito nos ayuda a definir un rumbo con sentido en nuestra vida y a realmente conocernos a nosotros mismos. Yo personalmente trabajo con una teoría que habla sobre 10 arquetipos de propósitos, los cuales son 10 valores que debían cumplirse hace 200,000 años cuando vivíamos en tribus nómades-cazadores. Si estos 10 arquetipos estaban presentes en una tribu esta podía no solo sobrevivir, sino que prosperar. Estos propósitos son: coraje, libertad, crecimiento, vitalidad, inspiración, alegría, amor, paz, conexión e integridad. Si te interesa saber más sobre esto, me puedes escribir y con gusto te envío un documento que lo explica con más detalles junto a un ejercicio para que descubras el tuyo. Una vez lo descubres y lees la descripción sobre cómo tu propósito se comporta cuando está conectado (activación del sistema de recuperación o parasimpático) y desconectado (activación del sistema de alerta o simpático) te sorprenderás como esta descripción te describe exactamente a ti. Hasta a mis clientes más escépticos les ha pasado.
3. Practicar la mejora continua: La realidad es que siempre vamos a tener espacio para mejorar en nuestra vida. La clave es tomar acciones concretas que nos lleven a ser mejor cada día y así ir acercándonos a la versión en que deseamos convertirnos. Algo que le repito mucho a mis clientes es que se enfoquen en UN DÍA A LA VEZ. Ganar el día con ciertas acciones es todo lo que debemos hacer. Si estamos muy enfocados en la gran meta que queremos lograr, pero no somos capaces de identificar los pequeños pasos que debemos dar cada día, nos terminamos perdiendo en el camino.
4. Vivir con disciplina: Nadie nació siendo disciplinado, esto es algo que se construye con tiempo y consistencia. Cuando eres capaz de construir disciplina alrededor de una acción que te es útil, esta acción finalmente se convierte en un hábito. Esto quiere decir que ahora es parte de tu programación subconsciente y ya no tienes que involucrar tu voluntad y energía en hacerlo, simplemente lo haces automáticamente. Esto finalmente te trae libertad.
5. Respetar el propio tiempo: El tiempo es uno de los principales activos que tenemos y la verdad es que una vez se nos va, no lo podemos recuperar. Tener el hábito de programar lo que haremos cada día es sumamente importante para así ser nosotros quienes decidimos a qué le dedicaremos tiempo (y a qué no). Otro aspecto clave es saber decir que NO. Un patrón que he visto en la mayoría de los clientes que tengo y he tenido es que no saben poner límites sanos y decir que no cuando es apropiado hacerlo. Saber cuándo decir que no para ponerse a uno mismo como prioridad es un aspecto clave si deseas vivir plenamente y además servir a otros de una mejor manera.
6. Servir desinteresadamente a otros: La realidad es que vinimos a esta vida a aprender, crecer y apoyarnos los unos a los otros. Personalmente vengo con este “chip” desde muy pequeño debido a la educación y diversas experiencias que he tenido y la verdad es que no sé cómo poner en palabras la gratitud y plenitud que siento cada vez que ayudo de alguna manera a otra persona. No he conocido a nadie en la vida que no comparta este estado después de haber servido desde el corazón. Si esto no es algo que hagas regularmente, te invito a hacer pequeños actos por otros sin esperar nada a cambio y verás como tu vida se va llenando de alegría y cosas buenas. Pequeñas acciones cuentan tales como ayudar en la casa o incluso abrirle la puerta a alguien, sin esperar que te den las gracias.
7. Abrazar el presente: Si me llevas siguiendo ya un tiempo sabrás que esto es algo acerca de lo que hablo bastante. El momento presente es realmente lo único que tenemos. El pasado ya no existe y el futuro tampoco ya que lo que solemos imaginar del futuro es solo una invención en nuestra mente. Abrazar el presente significa responder ante cada situación que la vida nos presenta y no luchar contra ella. Si nos toca vivir algo difícil, somos capaces de pasar por toda esa oscuridad sin juzgarla y sacar aprendizaje de ello. Por otro lado, abrazar el presente no significa que nunca debamos revisar nuestro pasado o planear nuestro futuro sino más bien, como menciona Eckhart Tolle en su libro El Poder del Ahora (que lo recomiendo leer 100%), debemos usar el pasado y el futuro de manera práctica. Es decir, usamos el pasado para aprender de ello, pero no nos quedamos pegados en él y usamos el futuro para ver hacia dónde queremos ir, pero no nos obsesionamos con esa imagen futura sino que nos enfocamos en el momento presente que es donde podemos tomar las acciones que nos llevarán a ese futuro deseado.
Comments