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¿Por qué haces lo que haces?

Al día puedes llegar a tomar decenas de miles de decisiones. Todo lo que haces o dejas de hacer son decisiones que tomas ya sea consciente o inconscientemente. De hecho, 95% de esas acciones son inconscientes y están determinadas por la programación que sostienes en tu mente relacionado a lo que crees que eres capaz de hacer o no, lo que es bueno o malo, lo que es correcto o incorrecto, lo que vale la pena o no, etc.


Es común ver que la mayoría de las personas suelen ir por la vida en piloto automático, es decir, sin cuestionarse las decisiones que van tomando. En muchos casos, esta falta de consciencia genera que en algún punto de sus vidas se dan cuenta que están muy lejos de sentirse en plenitud en ciertos aspectos de sus vidas y no saben cómo o se sienten incapaces de generar un cambio para mejorar esas áreas de sus vidas.


Es por esto que planteo las siguientes preguntas: ¿Por qué haces lo que haces?

¿Es esto algo que te cuestionas a menudo? ¿Por qué trabajas en lo que trabajas? ¿Por qué te relacionas con quienes te relacionas? ¿Por qué te alimentas como te alimentas? ¿Por qué compras lo que compras?


¿Te has preguntado alguna vez cuál es tu propósito en la vida? ¿Por qué estás acá?

Estas preguntas pueden ser bastante profundas y me parecen sumamente necesarias para poder descubrir un rumbo en la vida que nos haga sentido y nos haga sentir plenos, felices y en paz. Si ya has llegado hasta acá, estoy seguro que en al menos cierto grado este mensaje te está resonando.


La invitación es a darse pausas y reflexionar sobre estas preguntas, a tomar consciencia de todo lo que hacemos en el día, a tener claridad sobre a qué le dedicamos energía y tiempo, qué nos retribuye positivamente y qué no, etc. De esta manera somos capaces de recargarnos, además de ver y experimentar el gran poder que cada uno tiene en sus manos, el poder de tomar decisiones conscientes de lo que hacemos o no hacemos en nuestro día a día. De esta manera, nos encontramos con nosotros mismos y al hacer esto podemos servir mucho mejor a quienes nos rodean.


Lo anterior no quiere decir que todo lo que estás haciendo en tu vida te debe apasionar necesariamente, pero sí es importante que sepas la razón por la que lo estás haciendo. Para que esto se entienda mejor, pongo mi ejemplo personal. Yo desde niño sabía que quería emprender y por eso estudié Ingeniería Comercial, carrera que me daría herramientas para ello. Antes de terminar mi carrera comencé a trabajar en una pequeña empresa ya que quería vivir y conocer cómo se maneja un emprendimiento. Luego comencé a conectar con mi pasión por la salud y el coaching pero necesitaba dinero para seguir estudiando y aprendiendo sobre estos temas por lo que trabajé varios años en una multinacional en el área de finanzas, lo que me ayudó no solo a aprender muchísimo sino también a ganar una buena cantidad de dinero para seguir estudiando y ahorrar para cuando decidiera emprender. Mientras estaba trabajando en estas empresas yo sabía que no estaba haciendo algo que me gustaba pero sabía que había una razón de fondo para hacerlo, lo que me daba la tranquilidad y el impulso para destinar mis mejores energías a lo que estaba haciendo.


Entonces te vuelvo a preguntar, ¿por qué haces lo que haces?


Si te interesa conversar más acerca del propósito o no tienes idea de cuál es el tuyo y lo quieres descubrir, me puedes escribir y con gusto te ayudo ya que estoy seguro que transformará tu vida.

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