Si me seguía alimentando como lo venía haciendo, las probabilidades de tener problemas cardiovasculares o contraer Alzheimer en el futuro muy eran altas. Sin embargo, ojos de muchos, me estaba alimentando muy saludable.
Pero todos los cuerpos son diferentes. Lo que unos procesan bien, otros no lo hacen. Y lo que unos necesitan, a otros les sobra. Esto se debe a la bio-individualidad, es decir, la individualidad biológica o fisiológica.
Mis cambios de alimentación comenzaron el año 2015, en una búsqueda de sanarme de múltiples lesiones que tenía desde mi niñez y que no había podido solucionar a través de la medicina convencional.
Fueron varias “pruebas y error” para ver qué me funcionaba y qué no. Si bien obtuve excelentes resultados en relación a las dolencias físicas que tenía, me comencé a alimentar de una forma que podría causarme problemas muy graves en el futuro. Esto lo descubrí cuando comencé a trabajar con mi mentor Bill Cortright, quien me enseñó acerca de tres Tipos de Respuesta al Estrés los cuales indican cómo el cuerpo reacciona ante el estrés diario y según eso, cómo uno debe alimentarse para generar un ambiente de reparación para que el cuerpo y la mente puedan funcionar a su máximo potencial. La única manera de descubrir esto es a través de un panel de exámenes de sangre que va mucho más allá de los típicos exámenes rutinarios que un médico pide. A través de estos exámenes se revisa el funcionamiento de diversos órganos, hormonas y componentes genéticos, pudiendo ver exactamente qué está pasando en el cuerpo para hacer los cambios necesarios que conecten la red de bienestar de todo nuestro sistema.
Veamos resumidamente algunas características de cada uno de estos Tipos de Respuesta al Estrés.
El Tipo 1 o “Cage Rattler” tendrá problemas lidiando con el estrés y normalmente se verán afectadas las glándulas suprarrenales (niveles de cortisol) y los niveles de glucosa e insulina (pudiendo llevar al individuo a ser diagnosticado con diabetes o pre-diabetes). Si esto no es bien manejado, la persona tendrá muchos antojos ya sea salados o dulces, problemas para dormir, fatiga, en algunos casos constipación, entre otros síntomas.
El Tipo 2 o “Stress Belly” si no esta en una dieta apropiada para su cuerpo, tendrá el hígado comprometido con niveles altos de colesterol y/o triglicéridos. Podrá tener problemas de digestión, hinchazón, irritabilidad o fatiga en la mañana, entre otros.
El Tipo 3 u “Hormone Trap” tendrá problemas con la hormona leptina lo que hará que su metabolismo no funcione bien y no pueda quemar grasas correctamente, y esto puede desencadenar en una infinidad de otros problemas.
Es importante tener en cuenta que dos personas con el mismo tipo no necesariamente se deben alimentar exactamente igual, pero si tendrán un patrón común. Existen múltiples factores que componen la bio-individualidad de una persona y eso es algo que se analiza a través de estos exámenes.
Conocer tu Tipo de Respuesta al Estrés es fundamental. El cuerpo siempre es un apoyo de la mente y si el cuerpo no está funcionando correctamente, se queda atascado en un estado de estrés y eso se traduce a los pensamientos y emociones que experimentas. Esto nos indica que si queremos vivir en un estado en el que somos capaces de resolver los diferentes conflictos a los que nos vemos enfrentados cada día, debemos crear un ambiente apropiado en nuestro cuerpo.
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